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| Chiste de la revista "el Mosquito" sobre Roca |
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Cuando pensamos en el inicio de la Argentina como País podemos hablar de diferentes fechas: desde 1776 cuando se instauró el Virreinato del Río de la Plata (como dirían algunos historiadores muy tradicionales), en 1810 y 1816 (como diría cualquier acto escolar), cuando se firmó la primer Constitución en 1853 (donde aparece por primera vez oficialmente el nombre Argentina), o en 1860 (Cuando "Argentina" se transforma en "Nación" y se agrega Buenos Aires). Pero claramente el momento del cual vamos a hablar despeja todas las dudas. No nos podremos de acuerdo de cuando se nace, pero seguro cuando el país termina de formarse y se da la vuelta a la página de la complicada historia del siglo XIX en el territorio, aunque sea para abrir otra página complicadisima de la Argentina.
Este periodo lo llamamos “El orden conservador”. Estas palabras surgen principalmente de un famoso trabajo de Natalio Botana, que habla con mucho detalle de la historia política, económica y social de la Argentina entre 1880 y 1916. Estos años enmarcan un período que se ve a la vez como todo igualito, pero que si lo vamos viendo de cerca es escabroso y poroso.
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| El famoso libro de Botana |
Veamos primero lo sencillo, que se puede ver desde el nombre. ¿Por qué orden? Hablamos de orden porque, como dijimos, hay un cambio con la historia previa a 1880 en el territorio. Esta historia estaba plagada de conflictos violentos, guerras entre provincias y problemáticas diferentes. Pero desde 1880 aparece el Estado según la la definición de Max Weber: “El monopolio de la violencia legítima”. En otras palabras, el control de un territorio (ganado en su mayor parte por la sangrienta “campaña del desierto”) delimitado por la fuerza (policía, ejército, etc.) de un organismo (el “gobierno”) que a la vez la legitima (la constitución, el código penal, etc.). Este Estado, aparece después del último levantamiento importante del siglo XIX, el último de los conflictos de las largas guerras de este siglo. Las milicias urbanas de Buenos Aires se levantaron bajo el mando del General y ex presidente Mitre, buscando desestabilizar el control central, pero esta rebelión fue derrotada y como revancha se federalizó la mayoría de la zona poblada de la Provincia creando lo que se conoce como Capital Federal (Tengamos en cuenta que en esos años, no existía la mayoría del conurbano, o siquiera los barrios del oeste porteño). En combocon la represión de este último levantamiento, asume su primera presidencia Julio Argentino Roca, con palabras un tanto fuertes mostrándonos como pretendía pasar a una nueva página del control Estatal:
“En cualquier punto del territorio argentino en que se levante un brazo fratricida, o en que estalle un movimiento subversivo contra una autoridad constituida, allí estará todo el poder de la nación para reprimirlo.”
Con estas poquitas palabras Roca planteaba su intención de que a partir de ahora exista un Estado nacional que ya no combata contra otros Estados si no que lo haga como un “monopolio de la violencia legítima".
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| Chiste de Caras y Caretas sobre el frraude |
Ahora vamos a ver por qué lo llamamos “Conservador” y esto tiene muchas razones pero la principal es su pensamiento sobre la democracia. A partir de 1880, con la asunción de Roca, también se inaugura una maratón eleccionaria a favor del nuevo Partido Autonomista Nacional (P.A.N.), que en base a todo tipo de prácticas fraudulentas se va a permanecer en el poder hasta después de la ley Sáenz Peña (voto secreto, universal y obligatorio) y las elecciones de 1916. Esta bueno que se tenga en cuenta que hay un pensamiento atrás de este permanente fraude: realmente se pensaba en modernizar la sociedad argentina, pero hasta que esto no se logre se planteaba que era "malo" que todos pudieran votar.
Por esto último es que la Argentina cambió tanto en los años de 1880 a 1916, se modernizó en muchos sentidos, pero también se mantuvo una miseria social muy fuerte, todo esto apoyado por un partido único, que sin embargo como vamos a ver no fue tan único ni tuvo el camino tan facilongo durante este tiempo. Pero mejor eso dejémoslo para la siguiente entrega.
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Ver más en:
Botana, Natalio: El Orden Conservador. Buenos Aires. Debolsillo. 2005
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