
Todo está destinado a entender un proceso en su dimensión social, sea cultural, económico o intelectual, en realidad en mayor medida son palabras que remiten a lo mismo. Claro que los pasos para llegar a un análisis social, pueden ser muy variados. Pero justamente lo que ni un historiador, ni alguien que decide aprender historia, tienen que olvidar, es que se habla en función de una generalidad social. Además la historia siempre lleva a entender las cosas con cierta relatividad. No desde el punto posmoderno, claro. Pero esto no es así, siempre la historia debe intentar llegar a un entendimiento de lo relativo. Hay que comprender, que cuando uno lee sobre una civilización antigua, ésta tiene sus propias reglas y formas de pensar; hay que ponerse en su lugar y entender los procesos de construcción. No por nada la historia se relaciona, muchas veces, con la antropología, que es una disciplina social que se inició en estas ideas. Vinculado con esto, la historia es, fundamentalmente, una disciplina basada en el tiempo. Hay que pensar relativamente, porque éstos cambian y las concepciones también. Para entender completamente un proceso, hay que ubicarlo en relación con otros, antes y después. Nos permite entender como todo lo que encontramos en la actualidad, socialmente hablando, tuvo su proceso de construcción y sus motivaciones. Como, finalmente, nada fue eterno durante la vida humana. Esto siempre nos ayuda a entender que podemos ser dueños de nuestras construcciones, y que todo lo que se armó se puede desarmar o reformar. Pero claro, que también esto no es fácil porque requirió un proceso de consolidación que, en mayor o menor medida, lo puede hacer muy firme y fuerte. Todo lo hablado puede confundir un poco. Se trata justamente de conceptos muy teóricos puestos sin base sustancial. Paradójico esto, porque pensar las cosas históricamente, es siempre pensarlas en base a situaciones realmente vividas. Claro que la abstracción es necesaria para entender un proceso, pero en la historia siempre se habla de ellos y no en la nada. Por eso para concluir, hay que entender que cuando hablamos de todas estas cosas se las puede hallar en los grandes temas de los que hablamos todos los días, Estado, nacionalidad, guerra, etc. Pensar la historia de cada uno de los procesos, entender que cada uno fue producto de construcciones humanas en el tiempo, y que no se tratan de cuestiones universales, nos permite ayudar a comprender mejor el presente. Así es como el pensamiento histórico logra, justamente, construir nuestra propia historia.
Un poco confuso el artículo, me costó porque no entendí a qué se refieren con "pensar de esta forma", ¿qué forma? lo releí y no termino de entender qué es lo novedoso del "pensamiento histórico".
ResponderEliminarun abrazo!
Lu... (si estoy firmando todo, vamos a ver cuanto me dura jeje)
Bueno! primera pregunta cuestión y aclaración del blog!
ResponderEliminarEs difícil responderte que es lo "novedoso". Capas no te parece nada novedoso porque ya tenías estas cuestiones al pensar la historia o la actualidad. Pero, justamente, acá planteo que esas características que nombro en el medio: "socialidad", "relatividad", "temporalidad" y "empirismo", serian, simplificadas, las características de la forma de pensamiento histórico acá planteada. Una forma de pensar la realidad en base a todo eso y también la historia. Creo que mas explicación es reiterar el posteo. Pero no es mucho más que un planteo a futuro. Quizás con mas transcurso del blog este posteo se va a resignificar.
Un Saludo:
Federico