martes, 1 de diciembre de 2015

Marcha Atrás: una historia

Algo así era nuestro blog en su primer día.
Un día descubrí que los historiadores somos nostálgicos. Como el efecto secundario de un remedio. Estudiar historia te contractura, te hace doler la cabeza, no te deja dormir por días. Y da nostalgia. Ojo, no digo la vieja nostalgia que en los siglos de la modernidad era lo mismo que decir depresión. No, esta vez no les voy a contar una historia para pensar, les voy a contar otra historia: la de Marcha Atrás.
Vivimos criticando las fechas en el grupo, el estudiar la revolución de mayo solo los 25 o pensar que la historia puede ser solo resumida a un puñado de efemérides. Pero como ya les dije, esta vez no quiero pensar y los cinco años que hace que este blog está on-line y funcionando me hacen poner nostálgico y con ganas de pensar cuando todo esto (y es un todo bastante grande ya) era solo una idea, o siquiera una chispita de idea que pasó por la cabeza de cada uno hace un poco más de cinco años.

Hagamos un poco de contexto, en el 2009 recibíamos el coletazo final de un revival de la historia en los medios. Pigna era la punta de lanza de una cantidad de programas, libros y sobre todo preguntas que empezó a tener la sociedad. El problema era que esas preguntas eran respondidas por una sola persona. "¿Que habrá pasado el día siguiente al 25 de mayo?", decía un programa de radio o televisión; "¡Ya sé! llamémoslo a Felipe que nos cuente", respondían inmediatamente. No es por criticar al buen Pigna, pero en lo personal eso me había cansado. No sólo no entendían que no era el único letrado que sabía de historia argentina, sino que tampoco su visión se parecía a nada de lo que había estudiado en la facultad. La mayoría del grupo estaba entre el primer o segundo año de la carrera, ninguno era un experto (lo sabía en el momento y lo recontra confirmo años después con la carrera terminada) pero ya sabíamos que había un especie de bache entre lo que estudiaba y nos enseñaba la academia y lo que había en los medios. 
La votación por los posibles nombres.
Y si, no está nuestro nombre actual.
Acá es cuando me pongo egocéntrico, y retomo lo que yo hacia en esa época. La Internet 2.0 estaba en auge y uno de esos auges eran los blogs. Yo estaba a full con esa movida y decidí agregar un blog serio como hermano de mi blog de "comedia". Pero ahí es cuando me puse a pensar o a tener estas chispas de ideas. ¿Por qué otro blog donde se dice lo que se piensa sin mucho saber? ¿Por qué no un blog de lo que si sabia un poco más? y ahí salió la pregunta principal ¿Por qué un blog en solitario? Y mandé un mail, uno de los más entusiastas y por suerte mejor respondidos que alguna vez mande. Justo en ese momento la idea dejaba de ser mía y pasaba a ser la idea de muchos. Porque en Marcha Atrás somos principalmente un grupo, que con sus diferencias, sus bajas y altas igual mantenemos una posición también contra la historia "académica", mostramos que escribir historia, tanto como hacerla, es un trabajo en grupo. 
Así es como nos empezamos a reunir, con mucho entusiasmo demostrando que si yo no mandaba ese mail era cuestión de segundos que otro lo mandara primero. Primero nos ordenamos como íbamos a trabajar y después nos trabamos completamente con una pregunta fundamental ¿Y el nombre? 
Ya ni me acuerdo que voté, pero me acuerdo que era una lista larga de posibilidades que no serán dichas acá por miedo a que a alguno le parezca una mejor idea. Lo que sí recuerdo que nos salió rápido en esa reunión con mucho morfi (constante en todas y cada una de las reuniones de Marcha Atrás) fueron las descripciones. Sí, lo que todos leen primero y comentan antes de cualquier posteo sello o siquiera videito. Pero bueno nos salieron bien, algunos quedaron desactualizados, pero somos de historia, ademas de nostálgicos, somos desactualizados. 
Habiendo ajustado todos esos tornillos el blog fue creciendo, a los posteos normales se le sumó un logo nuevo, especiales temáticos, nuevas secciones, muchas apariciones en la radio, clases especiales y un cambio total de imagen. Ojo, también tuvimos nuestros puntos bajos, gente que se fue, momentos de sequía total, ni nos pongamos a hablar de las "comisiones". Pero la balanza está muy cargada en lo positivo, con ya cinco años a cuestas, el blog no se parece en nada a los cachos de textos sobre un fondo de mapamundi. Y todo esto con las carreras a cuestas, ya cada vez menos somos "estudiantes de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA" y somos graduados o cerquita de serlo. 
Nuestro hermoso y señorial grupo humano. Con espadas y todo.
Uff, quedó extenso. Agreguemos un síntoma más a la lista. Estudiar historia te hace extenso. Es que recorrimos un largo camino, pero por suerte creo que andamos con energías para caminar un poco más, o por lo menos gente nueva para que camine más fresquita. Creanme ahora ustedes, que Marcha Atrás tiene planes a futuro. Algunos que ya estamos por mostrar, otros que cruzo los dedos para que se hagan, pero hay ganas, ideas y buena onda. Así que: gracias a todos los que leyeron aunque sea un posteo, o por lo menos la descripción, a todo el que dijo "que bueno" o "que cagada" y a todo el que tenga ganas de leernos de ahora en más.
De paso... alguno en estos cinco años, ¿descubrió quién la tiene adentro?

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