
La cultura, el arte y la música tampoco escaparon de estas políticas, aunque éstos espacios desde la clandestinidad fueron campos creativos de resistencia, que solapadamente denunciaban algunas de estas políticas. En el campo de la música el “rock hippie”desde letras pacifistas y sentimentales, se criticaba y se resistía al régimen del terror… Entre las bandas más conocidas estaban Sui Generis, Serú Giran y León Gieco, entre otros.

En este festival asistieron géneros nuevos que no fueron recibidos de la mejor manera, entre los que se encontraban el "modernoso tecno" de la mano de los Encargados, liderado por Daniel Melero, y un género que rompía todos los límites y los oídos también, el inicio del ahora reconocido y consolidado heavy metal nacional. Conocido como V8, la irrupción al grito de “y los hippies que se mueran”, incomprendidos como pocos en ese festival, logró que todo un público le diera la espalda y hasta recibió naranjazos por parte del mismo. Aunque no fue aceptado, su presencia marcó el inicio de un nuevo género, que no era solo ruido. Sus letras y su enojo social encerraban otro -y nuevo- espacio de resistencia a la política de la dictadura. Con temas como "Parcas sangrientas", "Torturador" y "Si puedes vencer el temor", sus letras evidencian una resistencia, ya no centrada desde lo sentimental o pacifista, sino desde el enfrentamiento abierto y el repudio violento.

El heavy metal nacional logró consagrarse como un nuevo espacio donde el conurbano, las clases trabajadoras y una juventud descreída de la política se agruparon bajo , letras sinceras acompañadas de una estética que rompía todos los parámetros de la época.
No hay comentarios:
Publicar un comentario