Este que acaban de ver fue uno de los momentos más calificados como “histórico” del deporte argentino. Fuera de la gran diferencia de popularidad entre el fútbol y el básquet en nuestro país, podemos decir que este momento fue el más sorprendente e importante de nuestro deporte. Pensar hace unas décadas que la selección argentina de básquet iba a ganar la medalla de oro habiendo derrotado a los EE.UU. en el camino, hubiera sido tildado de “ridiculez”.
Sin embargo pensar en la historia nos hace rendirnos ante los hechos. Para la mayoría de las personas el hecho fue completamente inesperado, pero entendiendo la historia interna del deporte nacional, se puede ver perfectamente porque se logró esta victoria. Sin desmerecer las individualidades, realmente la medalla de oro fue mucho más que ganada por Ginóbili, Oberto, o Scola. El deporte suele siempre concentrarse en las individualidades, muchas veces el jugador por sobre el equipo y casi siempre el equipo por sobre su contexto. La “generación dorada” no puede ser vista como una conjunción de apellidos ahora conocidos. Tras ella existe una organización del deporte de nuestro país que fue siempre ejemplar y novedosa.
Estos apellidos, después de todo, fueron los mismos que a la hora de buscar agradecimientos luego de la medalla, no dejaron de nombrar a alguien: León Najnudel. ¿Era el técnico? ¿El preparador físico? ¿Siquiera estaba vivo en ese momento? Contrario a todo esto Najnudel, muerto desde 1998 por la leucemia, era el representante más directo de la modificación fundamental que había tenido nuestro básquet. La llamada “Liga Nacional” es el torneo más moderno y federal que tiene el deporte nacional (comparable, quizás solamente, con la liga de voley). Completamente emulado por otras disciplinas, permitió un desarrollo del deporte en todo el territorio que no por nada dejó a tantos jugadores notables. Muchos de los jugadores que ostentaban la medalla habían sido encontrados para ser entrenados por Najnudel, y todos ellos se habían formado y jugado en la Liga nacional, que para el momento de la gesta dorada ya llevaba vigente justo veinte años.
¿Qué es lo que nos enseña este ejemplo? Después de todo siempre las “gestas” hechas por los “grandes hombres” no son mas que la punta del iceberg de un proceso social. En el deporte se da en torno a una liga y las hazañas deportivas; en otros hechos de la historia sucede lo mismo.
me encantó, por corto y a la vez claro
ResponderEliminarPaula