Colección de pines de campañas de EE.UU. |
Durante estas últimas semanas sobraron reacciones sobre la victoria de Donald Trump en las elecciones para presidente de los Estados Unidos de América: desde opiniones rápidas, gente a favor, los que creían que se venia "la fin del mundo", los que planteaban que es mas de lo mismo y, cada tanto, análisis interesantes y completos. Desde Marcha Atrás queríamos aportar desde la historia, lo que nos gusta difundir, pero como ya hay mucho material girando por la red (incluso hicimos una columna en la radio), mejor usarlos como complementos y como recomendación.
Vamos de a poco, primero entendamos las razones políticas históricas de la victoria de este magnate naranja. ¡Tan mal anda el sistema político electoral norteamericano, que Donald ni siquiera sacó la mayor cantidad de votos! Por como funciona el sistema electoral yanqui, uno puede sacar menos votos y aún así ganar una elección. Además hay que entender que A Trump lo votó menos del 27% del padrón, demostrando la poca participación política del país, en donde las elecciones se hacen en día y horario laboral, evitando que el trabajador promedio pueda expresar su voto con facilidad. Esta apatía política se exacerba si el sistema bipartidista no da lugar a la discusión política real, ambos partidos ya no discuten políticas de fondo, ya que desde la crisis de 1973 y el giro extremo al neoliberalismo, las pocas diferencias de fondo (como los vínculos con las centrales sindicales y el mayor apoyo al Estado de Bienestar demócrata por sobre la posición relativamente liberal de los republicanos) fueron desapareciendo. Igualmente, desde los años 50, cuando los EE.UU. cementaron su poder mundial, y el macartismo hacia de las suyas, ya desaparecían las terceras fuerzas socialistas que permitían sumar discusión política al país (como siempre el mejor ejemplo es el de los Simpsons). Imagínense entonces como se puede sentir un norteamericano medio frente a esta situación, dándose cuenta poco a poco que no está realmente representado, por un lado puede salirse y no votar , pero por el otro lado puede votar al hombre que se muestra más separado de este sistema, desde lo discursivo y desde le accionar.
Territorios quitados a Mexico |
Ahora pensemos en que discurso tiene Trump, y que pensamientos representa, empezando por lo quesu racismo. Es que, despues de todo, se trata de un tema central en la história de los EE.UU., es protagonista desde sus inicios en base a tres grupos que pagan siempre los platos rotos: los pueblos originarios, los mexicanos y los negros. Los primeros compartieron gran parte de la historia de nuestra América, primero siendo conquistados y luego masacrados a medida que la frontera se fue expandiendo. Si bien el "problema latino" parece algo nuevo en la agenda norteamericana, en realidad siempre fue un tema importante para la politica del país, sobre todo si se tiene en cuenta que gran parte del territorio fue quitado a Mexico luego de la guerra que los enfrentó (donde se producieron y reprodujeron visiones negativas hacia este pueblo, como se describe en este video). Esto trajo los primeras deportaciones a mexicanos, decadas antes de los millones que promete Trump o cumplió Obama. El tema racial más recurrente es el de los negros, los conflictos con este grupo ocupan un lugar protagónico durante la guerra civil norteamericana para la historia oficial, incluso cuando las verdaderas razones fueron las disuciones productivas entre el sur y el norte (ejem ejem Simpsons otra vez). La visión histórica de los EE.UU. es principalmente progresista, o positivista y se plantea un avance permanente hacia la libertad, los negros en este caso, son el ejemplo de avance de derechos sobre todo cuando lograron la igualdad legal hacia fines de los años 60. Claro que muchos olvidan que gran parte de la sociedad estuvo de acuerdo con una discriminación absoluta de un grupo humano que los segregaba día a día y que esa misma parte de la sociedad sigue votando. En este caso se votaron a Trump.
más llamó la atención de todos: Un ejemplo de la segregación racial |
Ahora veamos lo económico, de esto se habló cada vez más desde la victoria casi sorpresiva, porque permitió entender las razones del voto más alla del discurso racista y misógino. Efectivamente la situación económica de los EE.UU. es mala, industria en crisis, clase media en peligro y las clases bajas aun peor de lo que ya estaban. La crisis del 2008 complicó casi tanto la economía como las de 1930 y la de 1973, pero a diferencia de estas, no hubo un cambio de política económica. Trump plantea una crítica al sistema económico actual, aunque sea desde una visión simplista y sin una verdadera planificación económica. Como dice este arículo, Trump responde a visiones económicas y sociales al interior de la sociedad norteamericana. Estos pensamientos son los que, en un momento de crisis, apoyaron a un candidato que les ofrecia una solución que el gobierno anterior no le daba.
En estos días, muchos estuvieron discutiendo sobre el apoyo mayoritario de los medios periodisticos a Hillary, un hecho relativo, pero además poco importante. Creer que los medios que mueven la aguja al electorado son los diarios y las revistas es olvidarse de todo el aparato mediatico y cultural que funcionó a lo largo de todo el siglo XX. Trump está apoyado por este aparato porque representa muchos ideales culturales norteamericanos. Veamos dos: por un lado Donald es un hombre de frontera, un señor individualista con mucho poder capaz de llevar la civilización a la barbarie norteamericana. El hombre de frontera nace de la conquista del oeste y se reprodujo con las multiples películas de Western. No por nada Clint Easwood lo apoya. A la vez, el señor naranja es un valuarte del "orden norteamericano", en otras palabras quiere llevar la Ley por sobre la Justicia, veamos que dice Howard Zinn en un artículo del libro "Invasiones Bárbaras":
"La vida sería un caos." Si permitimos que no se cumpla la ley, tendremos a anarquía. Esa idea se le inculca a la población de todos los países. La frase que se acepta es "la ley y el orden" o "el orden público". Se trata de una frase que envía a la policía y a las fuerzas armadas a dispersar manifestaciones en cualquier parte.Trump tendrá en contra a el New York times, pero no a la cultura yanqui.
(...)
Sin duda, desea que haya paz, estabilidad y orden, no caos y violencia. Pero la estabilidad y el orden no son las únicas condiciones deseables para la vida en sociedad. También está la justicia, en el sentido de que todos los seres humanos reciban un trato justo, que todos tengan igual derecho a gozar de libertad y prosperidad. El cumplimiento absoluto de la ley puede traer orden en forma tempo- raria, pero no siempre justicia. Y cuando no trae justicia, aquéllos a los que se trató injustamente pueden protestar, rebelarse, perturbar el orden.
(...)
Pese a todo lo que he dicho sobre la brecha que existe entre la ley y la jus ticia, y pese a que muchos integrantes de la sociedad advierten claramente esa brecha, la idea de que hay que cumplir la ley y obedecer al gobierno sigue bien arraigada.
Una lectura super recomendada |
¿Qué queda ahora? ¿Llorar? ¿Correr? ¿Tener miedo? No sabemos del todo, es cierto que hubo un voto bastante anti-sistema, pero dentro de los limites del sistema nortemericano, un sistema muy federal y muy apoyado en el establishment politico. Como dice Pablo Pozzi, se gana las elecciones con la gente pero se gobierna con los poderes. Esta objeción de gran parte del electorado, puede llevar a nuevas reflexiones políticas y a un despertar de la participación, algunas reflexiones internas lo reflejan. Lo único cierto es que los EE.UU. son la potencia hegemónica mundial, nos dominan económica y culturalmente, y siendo negro o naranja nos dá siempre demaiadas razones para desconfiar de ellos.
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