Descripción: Quien escribe es un amante de Buenos Aires, por lo tanto, al leer sobre el lanzamiento de una app de arquitectura porteña, no dudé en descargarla. Está elaborada por especialistas del Museo de Arquitectura y Diseño de Buenos Aires (MARQ), perteneciente a la Sociedad Central de Arquitectos.
La guía tiene un menú principal con diferentes categorías: Autores, para buscar alfabéticamente según el arquitecto que diseñó el edificio; Obras, para realizar una búsqueda según el año de construcción o remodelación; Cercanos, para que la aplicación nos señale que podemos visitar desde nuestra ubicación; Recorridos, que agrupan los edificios en ocho circuitos barriales; y Mapa, que nos señala cada edificio permitiéndonos desplazarnos.
El fiasco fue al probarla. Más allá de un bug rápidamente solucionado y del funcionamiento poco intuitivo del botón para volver atrás, sorprende la selección realizada. Parece que para estos especialistas, Buenos Aires termina en Acoyte/José María Moreno. Construcciones como la basílica de San José de Flores, la casona de la familia Olivera en el Parque Avellaneda, la escuela Antonio Devoto o el Palacio de los bichos en Villa del Parque, entre tantas, no merecerían ser conocidas. De hecho, me pregunto si estos arquitectos conocerán la ciudad más allá de esas calles.
La guía tiene un menú principal con diferentes categorías: Autores, para buscar alfabéticamente según el arquitecto que diseñó el edificio; Obras, para realizar una búsqueda según el año de construcción o remodelación; Cercanos, para que la aplicación nos señale que podemos visitar desde nuestra ubicación; Recorridos, que agrupan los edificios en ocho circuitos barriales; y Mapa, que nos señala cada edificio permitiéndonos desplazarnos.
El fiasco fue al probarla. Más allá de un bug rápidamente solucionado y del funcionamiento poco intuitivo del botón para volver atrás, sorprende la selección realizada. Parece que para estos especialistas, Buenos Aires termina en Acoyte/José María Moreno. Construcciones como la basílica de San José de Flores, la casona de la familia Olivera en el Parque Avellaneda, la escuela Antonio Devoto o el Palacio de los bichos en Villa del Parque, entre tantas, no merecerían ser conocidas. De hecho, me pregunto si estos arquitectos conocerán la ciudad más allá de esas calles.
Lo mejor: Una aplicación novedosa en un campo poco explotado.
Lo peor: Elitista. O estos señores piensan que el oeste de la ciudad es barbarie (les va a quedar grande el proyecto de guía de la arquitectura argentina), o esta aplicación no es más que un intento de crear y reforzar circuitos turísticos, en un contexto de valorización y especulación inmobiliaria.
La joyita: Buena información, concentrada en un solo lugar (difícil de conseguir), y las fotografías.
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